Sesión de folclore

Sesión de folcloreUna cosa es la libertad de culto y otra, bien diferente, la práctica religiosa impúdica a estadio lleno, justo lo que sucedió en el dugout de los cocodrilos durante el último juego del play off entre Sancti Spíritus y Matanzas.

Quienes abarrotaron las gradas del José Antonio Huelga el pasado sábado vinieron a confirmar lo que millones de cubanos habíamos visto en las pantallas de la televisión nacional: una nube -ora de polvo, ora de humo de tabaco- que emergía a destiempo de la esquina matancera, un hombre vestido de blanco que la emprendía a gajazos contra los bateadores, pollos con el cuello retorcido y algún que otro charco de sangre; en resumen, una demostración de folclore.

Pecaría de ingenua si pensara que el deporte se mantiene al margen del imaginario colectivo, que a las competencias decisivas los jugadores creyentes van desamparados de todo poder sobrehumano. Pero de santiguarse antes de salir al terreno, colocar bajo la camiseta los collares trabajados o dedicar el triunfo a alguna deidad; de semejantes profesiones de fe a la ostentación frente a multitudes, como si se tratara de un número del Ballet Folclórico Nacional, va un trecho demasiado largo de soportar.

Lo que más me incomoda -al menos a mí, que no tengo problema alguno con la espiritualidad de cada cual- es la manipulación burda de un rito genuino en pos de un fin meramente utilitario: intimidar al contrario, atemorizarlo, hacerle creer que el triunfo matancero era ya inminente gracias a los conjuros del babalawo de Víctor Mesa. Muy poco de auténtico veo yo en esa especie de chantaje sobrenatural.

Mientras observaba, boquiabierta, las manifestaciones folclóricas en el banco de Matanzas sin que nadie los conminara a discreción, recordé una polémica que sostuve con cierto funcionario durante la peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre por tierras yayaberas. “Esa imagen -me dijo- no es la Patrona de Cuba, porque hay miles de cubanos que no son católicos, que profesan otras religiones y la virgen no los representa”. Intenté hacerle comprender que la Caridad, más allá de credos e ideologías, ha devenido referente simbólico de la nación, pero la ignorancia puede ser bastante obstinada.

De modo que no comprendo quién le permite ahora a Víctor Mesa que irrumpa en los hogares de Cuba entera con un espectáculo que no venía incluido en el paquete del play off; quién le permite que insulte árbitros, maltrate a la prensa y termine convirtiendo un juego de pelota en una melodramática sesión de folclore.

16 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Abdel Martínez Castro dice:

    No vi el juego y mi absoluta indiferencia ante la pelota se impone en cualquier comentario que haga, aclaro. No, no me lo tomo tan en serio, nunca entenderé a los que les cambia el humor por un éxito o fracaso deportivo de tal o mas cual equipo, al máximo puedo decir «qué bien» o «qué lastima» y seguir adelante en cosas que sí me interesan. Hecha esta salvedad, sigo con mi comentario.
    Por primera vez desde que participo en esta finca, no estoy del todo de acuerdo contigo, Gisselle. Amén de cuánto sea una payasada y cuánto un ritual verdadero, no creo que en las prácticas religiosas deba imponerse el pudor o la discreción, por tanto no creo que una práctica religiosa pueda ser «impúdica». Muchas veces he oído gente que juzga a otros porque «la religión se lleva por dentro, no hay que exhibirla». ¿Dónde está escrito? Como parte indeleble de la cultura, la(s) religión(es) se lleva(n) por dentro y por fuera (ambos o a elección), configura nuestras vidas, nuestra manera de ser y nuestra nación.
    Ahora bien, no soy capaz de juzgar cuánto de payasada hay en lo que describes. Pero si lo fuera, no será ni la primera ni la última que forma parte del espectáculo. Paso trabajo para distinguir qué es más payasada, esta o los recurrentes leones ahorcados, pollos desplumados y naranjas exprimidas. Para mi, más de lo mismo.

    1. Tienes razón: es más de lo mismo, pero adereza el espectáculo. Después de todo no estamos tan en desacuerdo, también respeto las manifestaciones religiosas públicas, no creo que haya que esconder collares o bajar cuadros del Sagrado Corazón, como ya pasó en Cuba en épocas pasadas. Pero uno no espera encontrarse en un juego con que el equipo de Matanzas tenga un psicólogo y un babalawo, uno no espera ir al estadio para presenciar una sesión colectiva, creo yo. Si Yulieski indica al cielo cuando da un jonrón o el manager de cualquier equipo muestra sus collares y su mano de Orula en la conferencia de prensa, lo veo hasta como una profesión muy válida de fe; pero lo de Víctor fue diferente, porque él ha cruzado todas las líneas de lo permisible y su exhibicionismo lo interpreté más como una parafernalia para «meter miedo» que como una manifestación auténtica, que también pudiera ser.

  2. Shakira dice:

    no te tildaran d spirituana acerrima algun matancero x esto?

    1. No los tildaré a ellos de exhibicionistas por las prácticas folclóricas a estadio lleno?

  3. Yoly dice:

    Sinceramente, creo que el play off ha padecido sombras de este tipo -como si la lluvia no fuera bastante-, lo mismo que decisiones arbitrales muy contorversiales por sus errores probados en cámaras lentas y no tan lentas, pero lo de la payasada del folclor es más que censurable, por cuanto ningún estadio es un santuario. Admiro y admiraré al pelotero Víctor Mesa, pero al showman que se empeña en robarse el protagonismo a toda costa, por encima incluso de sus aguerridos jugadores, lo mandaría a cortar caña, y a los que permiten semejantes espectáculos, pues de compañeros de brigada en la zafra

  4. Parece que el babalawo trabaja bien, el hombre hace lo que le da la gana y no pasa nada,ya hasta se dice que tiene una parte buena y otra mala, di tú

  5. Delia Rosa Proenza Barzaga dice:

    No soy ni pelotera ni dada a las prácticas religiosas, de modo que podría pecar de diletante. Digo no más que lo que mi razón me indica: tu relato (por cierto, pareciera que viste todo cuanto cuentas con tus propios ojos¡vaya imaginación!) estoy segura, no habría poder tenido lugar en series anteriores, tampoco creo que haya sucedido en ningún otro espectáculo público televisado en Cuba. Creo que con eso pasó todo lo que está aconteciendo en relación con el controvertido manager de Matanzas y del equipo Cuba: hace lo que le viene en ganas.
    Me he preguntado, depués de leer varios blogs donde prestigiosos colegas han abordado el tema, si es que al protegido del babalao sagüero lo protege, además, alguien de muy arriba. Quizás ese alguien, si es que lo hay (y creo que sí) hasta se divierta con sus insólitas e inadmisibles salidas antiéticas, antipedagógicas, anticomunicativas, antitelevisivas, antitodo. Menos antideportivas, dirán quienes lo defienden. Creo que antideportivas también. Es más, considero que todo ese espectáculo egocentrista suyo atenta contra la cubanía misma.
    Me pregunto si quienes desde otros lares presencian esos partidos nuestros, con los que se entretiene por ahí (no confundir con la frase de la Massola) tanto cubano desperdigado e incluso tanto extranjero deseoso de conocer a Cuba, no andarán pensando ya que Cuba es lo que han visto por estos días en ciertos dugouts y terrenos de los estadios sedes del play off: gente dada a hablar más con los gestos que con las palabras, más con la pasión descompuesta que con el entendimiento, gente poco respetuosa, poco ética y menos culta, gente que intenta intimidar al contrario a base de «ripierismo», grosería, chabacanería, gente capaz de dañar la integridad física del otro en aras de su propia mimismidad. Gente, como acabo de constatar, capaz de hacerme inventar una vocablo en una finca virtual de una colega, jajaja, ya hasta me río del tono airado de mi comentario.
    La sesión de folclore, Gisselle, se la atribuyo a la inseguridad de quien con más energías acude a fuerzas externas, por falta de herramientas para ganar por sus propias capacidades para hacerlo.
    Me sumo a los que aguardan con optimismo infundado alguna reacción del nivel central, para terminar con el mismo Lindoro que me desvió hacia el neologismo. Gracias por esa pincelada y por la invitación a opinar.

  6. Oski dice:

    Gisse, acabo de llegar de Cárdenas, y sobre lo que has comentado en tu blog, estoy totalmente de acuerdo, allá no se le agradece la victoria de los yumurinos a otra persona que no sea el babalao de Victor Mesa, persona a la cual no calificaré, no se sabe si es vulgar o insufriblemente indecente y sin nivel alguno, dije que no lo calificaría, he de aclarar que lo valoro como un espectador más, porque si como futuro periodista me pidieran mi opinión sobre Victos Mesa dijera que murió desde aquella vez en que se robó el home, mejor recordar sus espectaculares jugadas y no ver como hace y deshace y nadie lo frena.
    Un beso grande mi amiga, recuerda que te quiero, me estoy mudando para Cárdenas, eres la primera en saberlo, comparte la información con Yole, la invitación ya está hecha.

  7. Francisnet dice:

    ¡Hola, Gisselle! Me parece interesante el comentario de Gisselle y algunos de los expresados aquí. Es sabido que la verdad absoluta no existe, y si existiese, nadie es dueño de ella. Solo expongo mi modesto criterio.
    La práctica de la religión afrocubana se ha convertido, con el tiempo, en un elemento inherente a la cultura popular cubana. El pueblo cubano es de por sí creyente, independientemente de las doctrinas filosóficas y basamentos políticos sobre los cuales se ha construido nuestro sistema político-social.
    Ahora, como mismo hay creyentes de las religiones de origen africano, también hay muchos católicos, protestantes y de otras religiones.
    Me llama la atención escuchar cada vez con más frecuencia a peloteros u otros deportistas dar «¡Gracias a Dios!» cuando obtienen un buen resultado. Décadas atrás expresiones como estas no se escuchaban, o pocos se atrevían a decirlas. Creo que a partir de la visita del inolvidable Papa Juan Pablo II, en 1998, muchas cosas han cambiado al respecto.
    Tomando una frase del éxito de Adalberto Álvarez: «Hay gente que te dice que no cree en na’ y van a consultarse por la madrugá». Con esto quiero decir que muy pocos en Cuba están «limpios» de acudir a la religión para asuntos de toda índole.
    Que se expresen en silencio o a gritos; a escondidas o a ojos vista, eso es lo de menos. Pero de que hay gente que creen, y muchísimos, nadie lo puede dudar. Del tema de las religiones, sobre todo la afrocubana, no ha escapado casi nadie. Desde nuestros máximos líderes, hasta las personas más humildes de esta isla.
    No es un pecado —para usar un término acorde con el tema— expresar gestos o acciones que tengan que ver con cualquier religión. Los católicos son más pausados, y acuden a persignarse cuando la ocasión lo merita; los musulmanes elevan sus brazos al cielo y se encomiendan a Alá, y la afrocubana se expresa de manera más efusiva, como sucedió en el estadio.
    Lo de «intimidar al contrario» no creo, colega Gisselle (soy periodista del Periódico Vanguardia, de Villa Clara), que sea una preocupación o algo que quite el sueño. Las religiones son cuestiones de fe, no de armas. No es que uno tenga una pistola y le dispare a un infeliz desarmado.
    Puede ser que los peloteros espirituanos que practiquen la santería o religiones afrocubanas, por sus creencias y sugestiones por la misma, se hayan sentido incómodos, pero ¿crees que ellos fueron sin sus «escudos» o «chalecos antibalas»?, por decirlo de alguna forma. La fe hace hasta creer a las personas que son invencibles.
    Y por otra parte, no creo que un solo pelotero espirituano cristiano o judío o budista, etcétera, se haya intimidado. Ellos ni le dan créditos a otras religiones que no sean las suyas, aunque se respetan entre sí, en la mayoría de los casos.
    La manifestación que hicieron los matanceros, la calificaría hasta de idiosincrática, nada de preocuparse. Lo único en que sí concuerdo contigo es que los espirituanos tenían que haberse preocupado si aquello funcionaba. ¡Oye, y parece que así fue! Jajajajajaja!!!
    Un saludo afectuoso (y sin brujería)

  8. cyro dice:

    a ver, cada cual tiene sus creencias y supersticiones, muchos peloteros cuando lleguen a primera se besan la mano, apuntan al cielo etc etc, que estas de los matanceros en el banco son un poco mas excentricas que las demas esta bien, pero en las calles se ven cosas peores y yo no te veo criticandolas, ni te veo criticando la actitud de pestano en la conferencia de prensa, ni te veo criticando el arbitraje que de una forma u otra a decidido los destinos del play off, al final sin brujeria( porque yo no creo que exista tal cosa) les gano el juego a los espirituanos, y luego mando a callar al sandino y les gano tambien

    1. Es cierto, la actitud de Pestano en la conferencia de prensa fue lamentable, indigna de un pelotero de su talla, lo que viene a confirmar que sus desavenencias con Víctor se basan en la similitud de sus caracteres. Está comprobado: dos narizones no se pueden besar. Del arbitraje no tengo mucho más que aportar porque no soy especialista en el tema, disfruto el deporte desde las gradas y si no cuestiono la actitud del arbitraje es porque no tengo elementos. Sobre el desparpajo con que Víctor Mesa la emprende contra la prensa, le grita a los árbitros, retira a su equipo del terreno, y se permite una sesión de folclore en pleno dugout, de eso sí tengo elementos y por eso critico. Lo expliqué en el post: apruebo las manifestaciones de religiosidad, pero no creo que VM32 sea sacerdote de religión alguna y, en última instancia, no estaba en el terreno sino como manager de un equipo. Era un juego de pelota, no una representación de folclore. Gracias por comentar.

  9. Omar Mendoza dice:

    Saludos a todos,es la primera vez que leo este sitio,y coincido con Gisell,no solo porque pareciera algo insolito ese tipo de «trabajos» en publico,sino,porque se estan burlando impunemente del reglamento de un deporte ,que dicta que en las casetas no PUEDE haber nadie ajeno a los integrantes del equipo.Pero resulta que eso hace mucho se hecho en saco roto,porque lo unico que les falta a los directores de equipo es estar con sus esposas y suegras en el banco.Ni que decir de loa peloteros fumando y hasta algo mas.
    Entonces ,que haya un santero,pollos retorciendose,algo de sangre , y alguna que otra payasada mas,no creo que le haga mas daño a nuestra pelota,que la que ya le estan haciendo personajes como Victor,Roberto Pacheco,Rodolfo,Modesto,y un largo etc.Por cierto,al
    tal babalaow o santero lo anunciaron a bombo y
    platillos por Radio Rebelde,y al que Don
    Vito,perdon,Victor le puso una Jutong a su servicio mientras duraron los play off.

  10. Mara Nieves dice:

    Un atleta llamado Víctor Mesa, el más popular de los jardineros centrales de la pelota cubana en los últimos cincuenta años, con su sentido del juego como espectáculo, dinamitó la imagen de la soledad en el profundo centerfield.

  11. Fritz Frank dice:

    Un atleta llamado Víctor Mesa, el más popular de los jardineros centrales de la pelota cubana en los últimos cincuenta años, con su sentido del juego como espectáculo, dinamitó la imagen de la soledad en el profundo centerfield.

  12. gabriel jimenez hernández dice:

    Estoy en linea y discrepo con el comentario de la compañera que se refería a Victor Mesa. en esa frace ¨sigue haciendo de las suyas¨, creo y considero que la pregunta en a cualquier persona debe ser limpia y sin intensión de doble fondo, las preguntas deben ser direccionada a esclarecer o argumentar en relación a un tema determinado y nunca con deseo o intención de crear digusto o instabilidad en el dialogo entre el periodista y el interlocutor, creo que en el caso del colega y Victor, fue una pregunta que nunca debía enfocarse con la palabrita utilizada apesar de lo intenso y rico de nuestro lenguaje.
    En relación a su comentario sobre las manifestaciones religiosa mostrada publicamente en los partidos de Matanzas, estimo que no es nada alarmante; sino una muestra más del papel de la religión en el pueblo de Cuba, su arraigo, siempre presente en el actuar diario de un cubano en cualquier parte del mundo donde se encuentre, tanto en la vida cultural, deportiva y en acciones militares, donde mucho religiosos o credulos de diferentes manifestaciones de religiones fueron capaces de defender nuestra patria contra el yugo opresor, digase masones por solo citar un ejemplo, miremos a nuestros alrrededores y veremos a la religión presente entre nosotros, revisemos, estudiemos nuestra cultura y veremos una respuesta certera antes tal inquietud mostrada en su comentario, más allá de un alarmante criterio, constituye una reafirmación a la cultura del pueblo cubano.

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